martes, 15 de mayo de 2012

CUENTOS DE BOCCACIO

NOVELA PRIMERA



Martellino, fingiéndose tullido, simula curarse sobre la tumba de San Arrigo y, conocido su engaño, es apaleado; y después de ser apresado y estar en peligro de ser colgado, logra por fin escaparse.


 

Muchas veces sucede, carísimas señoras, que aquel que se ingenia en burlarse de otro, y máximamente de las cosas que deben reverenciarse, se ha encontrado sólo con las burlas y a veces con daño de sí mismo; por lo que, para obedecer el mandato de la reina y dar principio con una historia mía al asunto propuesto, entiendo contaros lo que, primero desdichadamente y después (fuera de toda su esperanza) muy felizmente, sucedió a un conciudadano nuestro.


 

Había, no hace todavía mucho tiempo, un tudesco en Treviso llamado Arrigo que, siendo hombre pobre, servía como porteador a sueldo a quien se lo solicitaba y, a pesar de ello, era tenido por todos como hombre de santísima y buena vida. Por lo cual, fuese verdad o no, sucedió al morir él, según afirman los trevisanos, que a la hora de su muerte, todas las campanas de la iglesia mayor de Treviso empezaron a sonar sin que nadie las tocase. Lo que, tenido por milagro, todos decían que este Arrigo era santo ; y corriendo toda la gente de la ciudad a la casa en que yacía su cuerpo, lo llevaron a guisa de cuerpo santo a la iglesia mayor, llevando allí cojos, tullidos y ciegos y demás impedidos de cualquiera enfermedad o defecto, como si todos debieran sanar al tocar aquel cuerpo. En tanto tumulto y movimiento de gente sucedió que a Treviso llegaron tres de nuestros conciudadanos, de los cuales uno se llamaba Stecchi, otro Martellino y el tercero Marchese , hombres que, yendo por las cortes de los señores, divertían a la concurrencia distorsionándose y remedando a cualquiera con muecas extrañas. Los cuales, no habiendo estado nunca allí, se maravillaron de ver correr a todos y, oído el motivo de aquello, sintieron deseos de ir a ver y, dejadas sus cosas en un albergue, dijo Marchese:


 

-Queremos ir a ver este santo, pero en cuanto a mí, no veo cómo podamos llegar hasta él, porque he oído que la plaza está llena de tudescos y de otra gente armada que el señor de esta tierra, para que no haya alboroto, hace estar allí, y además de esto, la iglesia, por lo que se dice, está tan llena de gente que nadie más puede entrar.


 

Martellino, entonces, que deseaba ver aquello, dijo:


 

-Que no se quede por eso, que de llegar hasta el cuerpo santo yo encontraré bien el modo. Dijo Marchese:


 

-¿Cómo?


 

Repuso Martellino:


 

-Te lo diré: yo me contorsionaré como un tullido y tú por un lado y Stecchi por el otro, como si no pudiese andar, me vendréis sosteniendo, haciendo como que me queréis llevar allí para que el santo me cure: no habrá nadie que, al vernos, no nos haga sitio y nos deje pasar. A Marchese y a Stecchi les gustó el truco y, sin tardanza, saliendo del albergue, llegados los tres a un lugar solitario, Martellino se retorció las manos de tal manera, los dedos y los brazos y las piernas, y además de ello la boca y los ojos y todo el rostro, que era cosa horrible de ver; no habría habido nadie que lo hubiese visto que no hubiese pensado que estaba paralítico y tullido. Y sujetado de esta manera, entre Marchese y Stecchi, se enderezaron hacia la iglesia, con aspecto lleno de piedad, pidiendo humildemente y por amor de Dios a todos los que estaban delante de ellos que les hiciesen sitio, lo que fácilmente obtenían; y en breve, respetados por todos y todo el mundo gritando: «¡Haced sitio, haced sitio!», llegaron allí donde estaba el cuerpo de San Arrigo y, por algunos gentileshombres que estaban a su alrededor, fue Martellino prestamente alzado y puesto sobre el cuerpo para que mediante aquello pudiera alcanzar la gracia de la salud.


 

Martellino, como toda la gente estaba mirando lo que pasaba con él, comenzó, como quien lo sabía hacer muy bien, a fingir que uno de sus dedos se estiraba, y luego la mano, y luego el brazo, y así todo entero llegar a estirarse. Lo que, viéndolo la gente, tan gran ruido en alabanza de San Arrigo hacían que un trueno no habría podido oírse. Había por acaso un florentino cerca que conocía muy bien a Martellino, pero que por estar así contorsionado cuando fue llevado allí no lo había reconocido. El cual, viéndolo enderezado, lo reconoció y súbitamente empezó a reírse y a decir: -¡Señor, haz que le duela! ¿Quién no hubiera creído al verlo venir que de verdad fuese un lisiado? Oyeron estas palabras unos trevisanos que, incontinenti, le preguntaron: -¡Cómo! ¿No era éste tullido?


 

A lo que el florentino repuso:


 

-¡No lo quiera Dios! Siempre ha sido tan derecho como nosotros, pero sabe mejor que nadie, como habéis podido ver, hacer estas burlas de contorsionarse en las posturas que quiere. Como hubieron oído esto, no necesitaron otra cosa: por la fuerza se abrieron paso y empezaron a gritar: -¡Coged preso a ese traidor que se burla de Dios y de los santos, que no siendo tullido ha venido aquí para escarnecer a nuestro santo y a nosotros haciéndose el tullido! Y, diciendo esto, le echaron las manos encima y lo hicieron bajar de donde estaba, y cogiéndole por los pelos y desgarrándole todos los vestidos empezaron a darle puñetazos y puntapiés, y no se consideraba hombre quien no corría a hacer lo mismo. Martellino gritaba: -¡Piedad, por Dios!


 

Y se defendía cuanto podía, pero no le servía de nada: las patadas que le daban se multiplicaban a cada momento. Viendo lo cual, Stecchi y Marchese empezaron a decirse que la cosa se ponía mal; y temiendo por sí mismos, no se atrevían a ayudarlo, gritando junto con los otros que le matasen, aunque pensando sin embargo cómo podrían arrancarlo de manos del pueblo. Que le hubiera matado con toda certeza si no hubiera habido un expediente que Marchese tomó súbitamente: que, estando allí fuera toda la guardia de la señoría, Marchese, lo antes que pudo se fue al que estaba en representación del corregidor y le dijo: -¡Piedad, por Dios! Hay aquí algún malvado que me ha quitado la bolsa con sus buenos cien florines de oro; os ruego que lo prendáis para que pueda recuperar lo mío. Súbitamente, al oír esto, una docena de soldados corrieron a donde el mísero Martellino era trasquilado sin tijeras y, abriéndose paso entre la muchedumbre con las mayores fatigas del mundo, todo apaleado y todo roto se lo quitaron de entre las manos y lo llevaron al palacio del corregidor, adonde, siguiéndole muchos que se sentían escarnecidos por él, y habiendo oído que había sido preso por descuidero, no pareciéndoles hallar más justo título para traerle desgracia, empezaron a decir todos que les había dado el tirón también a sus bolsas. Oyendo todo lo cual, el juez del corregidor, que era un hombre rudo, llevándoselo prestamente aparte le empezó a interrogar.


 

Pero Martellino contestaba bromeando, como si nada fuese aquella prisión; por lo que el juez, alterado, haciéndolo atar con la cuerda le hizo dar unos buenos saltos, con ánimo de hacerle confesar lo que decían para después ahorcarlo. Pero luego que se vio con los pies en el suelo, preguntándole el juez si era verdad lo que contra él decían, no valiéndole decir no, dijo: -Señor mío, estoy presto a confesaros la verdad, pero haced que cada uno de los que me acusan diga dónde y cuándo les he quitado la bolsa, y os diré lo que yo he hecho y lo que no. Dijo el juez:


 

-Que me place.


 

Y haciendo llamar a unos cuantos, uno decía que se la había quitado hace ocho días, el otro que seis, el otro que cuatro, y algunos decían que aquel mismo día. Oyendo lo cual, Martellino dijo: -Señor mío, todos estos mienten con toda su boca: y de que yo digo la verdad os puedo dar esta prueba, que nunca había estado en esta ciudad y que no estoy en ella sino desde hace poco; y al llegar, por mi desventura, fui a ver a este cuerpo santo, donde me han trasquilado todo cuanto veis; y que esto que digo es cierto os lo puede aclarar el oficial del señor que registró mi entrada, y su libro y también mi posadero. Por lo que, si halláis cierto lo que os digo, no queráis a ejemplo de esos hombres malvados destrozarme y matarme.


 

Mientras las cosas estaban en estos términos, Marchese y Stecchi, que habían oído que el juez del corregidor procedía contra él sañudamente, y que ya le había dado tortura, temieron mucho, diciéndose: -Mal nos hemos industriado; le hemos sacado de la sartén para echarlo en el fuego. Por lo que, moviéndose con toda presteza, buscando a su posadero, le contaron todo lo que les había sucedido; de lo que, riéndose éste, les llevó a ver a un Sandro Agolanti que vivía en Treviso y tenía gran influencia con el señor, y contándole todo por su orden, le rogó que con ellos interviniera en las hazañas de Martellino, y así se hizo. Y los que fueron a buscarlo le encontraron todavía en camisa delante del juez y todo desmayado y muy temeroso porque el juez no quería oír nada en su descargo, sino que, como por acaso tuviese algún odio contra los florentinos, estaba completamente dispuesto a hacerlo ahorcar y en ninguna guisa quería devolverlo al señor, hasta que fue obligado a hacerlo contra su voluntad. Y cuando estuvo ante él, y le hubo dicho todas las cosas por su orden, pidió que como suma gracia le dejase irse porque, hasta que en Florencia no estuviese, siempre le parecería tener la soga al cuello. El señor rió grandemente de semejante aventura y, dándoles un traje por hombre, sobrepasando la esperanza que los tres tenían de salir con bien de tal peligro, sanos y salvos se volvieron a su casa.

Los tres anillos[Cuento. Texto completo] Giovanni Boccaccio
Años atrás vivió un hombre llamado Saladino, cuyo valor era tan grande que llegó a sultán de Babilonia y alcanzó muchas victorias sobre los reyes sarracenos y cristianos. Habiendo gastado todo su tesoro en diversas guerras y en sus incomparables magnificencias, y como le hacía falta, para un compromiso que le había sobrevenido, una fuerte suma de dinero, y no veía de dónde lo podía sacar tan pronto como lo necesitaba, le vino a la memoria un acaudalado judío llamado Melquisedec, que prestaba con usura en Alejandría, y creyó que éste hallaría el modo de servirle, si accedía a ello; mas era tan avaro, que por su propia voluntad jamás lo habría hecho, y el sultán no quería emplear la fuerza; por lo que, apremiado por la necesidad y decidido a encontrar la manera de que el judío le sirviese, resolvió hacerle una consulta que tuviese las apariencias de razonable. Y habiéndolo mandado llamar, lo recibió con familiaridad y lo hizo sentar a su lado, y después le dijo:
-Buen hombre, a muchos he oído decir que eres muy sabio y muy versado en el conocimiento de las cosas de Dios, por lo que me gustaría que me dijeras cuál de las tres religiones consideras que es la verdadera: la judía, la mahometana o la cristiana.
El judío, que verdaderamente era sabio, comprendió de sobra que Saladino trataba de atraparlo en sus propias palabras para hacerle alguna petición, y discurrió que no podía alabar a una de las religiones más que a las otras si no quería que Saladino consiguiera lo que se proponía. Por lo que, aguzando el ingenio, se le ocurrió lo que debía contestar y dijo:
-Señor, intrincada es la pregunta que me haces, y para poderte expresar mi modo de pensar, me veo en el caso de contarte la historia que vas a oír. Si no me equivoco, recuerdo haber oído decir muchas veces que en otro tiempo hubo un gran y rico hombre que entre otras joyas de gran valor que formaban parte de su tesoro, poseía un anillo hermosísimo y valioso, y que queriendo hacerlo venerar y dejarlo a perpetuidad a sus descendientes por su valor y por su belleza, ordenó que aquel de sus hijos en cuyo poder, por legado suyo, se encontrase dicho anillo, fuera reconocido como su heredero, y debiera ser venerado y respetado por todos los demás como el mayor. El hijo a quien fue legada la sortija mantuvo semejante orden entre sus descendientes, haciendo lo que había hecho su antecesor, y en resumen: aquel anillo pasó de mano en mano a muchos sucesores, llegando por último al poder de uno que tenía tres hijos bellos y virtuosos y muy obedientes a su padre, por lo que éste los amaba a los tres de igual manera. Y los jóvenes, que sabían la costumbre del anillo, deseoso cada uno de ellos de ser el honrado entre los tres, por separado y como mejor sabían, rogaban al padre, que era ya viejo, que a su muerte les dejase aquel anillo. El buen hombre, que de igual manera los quería a los tres y no acertaba a decidirse sobre cuál de ellos sería el elegido, pensó en dejarlos contentos, puesto que a cada uno se lo había prometido, y secretamente encargó a un buen maestro que hiciera otros dos anillos tan parecidos al primero que ni él mismo, que los había mandado hacer, conociese cuál era el verdadero. Y llegada la hora de su muerte, entregó secretamente un anillo a cada uno de los hijos, quienes después que el padre hubo fallecido, al querer separadamente tomar posesión de la herencia y el honor, cada uno de ellos sacó su anillo como prueba del derecho que razonablemente lo asistía. Y al hallar los anillos tan semejantes entre sí, no fue posible conocer quién era el verdadero heredero de su padre, cuestión que sigue pendiente todavía. Y esto mismo te digo, señor, sobre las tres leyes dadas por Dios Padre a los tres pueblos que son el objeto de tu pregunta: cada uno cree tener su herencia, su verdadera ley y sus mandamientos; pero en esto, como en lo de los anillos, todavía está pendiente la cuestión de quién la tenga.
Saladino conoció que el judío había sabido librarse astutamente del lazo que le había tendido, y, por lo tanto, resolvió confiarle su necesidad y ver si le quería servir; así lo hizo, y le confesó lo que había pensado hacer si él no le hubiese contestado tan discretamente como lo había hecho. El judío entregó generosamente toda la suma que el sultán le pidió, y éste, después, lo satisfizo por entero, lo cubrió de valiosos regalos y desde entonces lo tuvo por un amigo al que conservó junto a él y lo colmó de honores y distinciones.

LITERATURA RENACENTISTA

BOCCACCIO EN SU CONTEXTO

GIOVANNI BOCCACCIO EN MEDIO DE UN CONFLICTO

Boccaccio autor del Decamerón nació en 1313, (junio o julio) en Certaldo o en Florencia o en París, hijo de una mujer desconocida y de Boccaccino Chellino, quien era un comerciante adinerado que oficialmente y a menos que la vacilación lo reconoce.

En 1327, Boccaccio viaja a Nápoles con su padre, agente del Banco de Bardi. Una de sus principales influencias pudo conocerla en el año 1330 , cuando posiblemente asistió a las lecciones que daba Cino Pistoia, jurista-poeta y amigo de Dante y Petrarca, luego asciende al estudio de ley del canon. A partir de esa fecha Boccaccio escribió muchas obras, poemas, ensayos y todo tipo de trabajo literario hasta que finalmente compone su obra maestra elDecamerón (1349-1351)

Sociedad

El Decamerón tiene lugar en el contexto de las tensiones sociales crecientes en el siglo XIV en Italia, cuando la burguesía se enfrentaba a la vieja aristocrática, nueva clase mercantil frente a la nobleza feudal. La fricción entre estas dos clases, el patriciado y la nova gente, estaba en la raíz de muchos de los conflictos políticos, religiosos, y sociales.

Esto es visible en la obra de Boccaccio desde la perspectiva que él tiene hacia las diferencias sociales, muchas veces criticándolas desde la inoperancia que tenían para juntar a dos posibles amantes cuando estos pertenecían a clases sociales diferentes. Ejemplo claro es la historia donde una mujer que vivía con su padre al no conocer marido buscó la compañía de uno de sus súbditos causando la muerte de éste y suicidándose luego.

Las clases altas allí vivían gran parte de su tiempo como caballeros y damiselas ente la vista de todos, con palabras galantes y genialidades, resaltaban quienes fueran más prudentes en la calma e ingeniosos.

Boccaccio fue un hombre de grandes conocimientos, lo que le llevó a pertenecer quizá a la élite de los burgueses.

 

Magia

Para la imaginación medieval, los eventos sobrenaturales eran fascinantes y a menudo fenómenos aterradores que podrían inspirarse por el testamento de Dios (un milagro) o por los medios artificiales (la magia). Santo Tomas creyó que los poderes intelectuales que llamaron las ocurrencias mágicas no eran necesariamente malos, pero cualquier esfuerzo por frustrar el testamento de Dios era, por la definición, malo. Los eventos Mágicos, si iban en línea con la Providencia Divina, eran por consiguiente totalmente legítimos. En la cultura popular, la magia estaba en un área misteriosa de actividad natural y sobrenatural que no sólo comprendió la actividad paranormal sino también las supersticiones comunes y las preguntas más fundamentales de la fe. Lo que es más, la tradición del romance italiana incluyó una abundancia de motivos que dependían en los artículos mágicos como los anillos y los talismanes. Boccaccio estaba habituado a estas tradiciones populares y literarias, así como a los motivos mágicos en autores clásicos.

La magia y una gran creencia en lo sobrenatural aparecen continuamente en el Decamerón y en todas sus novelas. Aunque Boccaccio parece atizar la diversión y ridiculizar a aquellos que muestran una creencia ingenua en la magia, él también incluye elementos que no pueden explicarse exclusivamente por la razón, como las apariciones, sueños, y las situaciones fantásticas o inverosímiles.

Ejemplo claro de este tipo de herramienta literaria es la narración en la que una mujer que espera con ansiedad y tristeza a su amante le ve en sueños y este le cuenta que ha sido asesinado por los hermanos de ella quienes le enterraron en cierto lugar que él le revela. Posteriormente ella comprueba que era verdad lo que había pasado.

Como burla de quienes creen en la magia o en los milagros está el caso de la mujer de poca inteligencia que creyó que el arcángel San Gabriel la desea y por eso va a ella noche a noche en el cuerpo de un religioso.

El deseo Sexual

Tomar la pasión activamente era la manera varonil del sexo. Se esperaba que las mujeres fueran tímidas, y fue considerado obligación de hombres interpretar los “signos” mandados por sus esposas para poder satisfacerlos adecuadamente.

Pensadores religiosos no aceptaban la noción de que las mujeres tuvieran deseos sexuales en mayor proporción que los hombres. Esto afectaba a la distinción entre acción masculina e inacción de femenina durante el sexo. Sin embargo, se creía que las mujeres requerían más hombres para ser satisfechas.

Contrariamente al estereotipo moderno que ve a los varones como más susceptible al deseo sexual que las hembras, las mujeres en la Edad Media se vieron más lujuriosas que los hombres. La opinión general sostuvo que los hombres eran las criaturas más racionales, activas y más cerca al reino espiritual, mientras las mujeres eran carnales por la naturaleza y así más materialistas. En el Decamerón hay muchos ejemplos de mujeres lozanas con los deseos insaciables. Las monjas que se servían del hortelano “mudo” quien utilizó un refrán que alegaba que un solo gallo era suficiente para satisfacer diez gallinas, y en contrapunto que diez hombres difícilmente podrían satisfacer a diez mujeres.

Otro caso de la iniciativa de la mujer en lo relativo a actos sexuales es la narración donde un hombre fue asaltado y antes de morir le abrieron una puerta en una cabaña al lado de un castillo, en la cual vivía la amante del rey quien al verse desairada por el rey y al ver a este hombre de su gusto también lo utilizó sexualmente.

El sexo y el Clero

A partir del Siglo XI se ordenó el celibato para los sacerdotes. Llegado el siglo XIV era el momento en que muchos seguían sin cumplir este requisito; algunos, acudiendo a los burdeles, y otros, manteniendo esposas y/o amantes.

Las actividades sexuales del clero eran un asunto sumamente popular en la novela del siglo XIV en Italia y en Europa. Boccaccio es sumamente sensato comparado con muchos de sus contemporáneos. Los cuentos de Boccaccio sobre las infracciones sexuales de sacerdotes y otros clérigos sirve para resaltar la premisa principal de su trabajo: la noción que “todos los seres humanos actúan naturalmente y siguen sus deseos naturales, inclinaciones e instintos”.

Está el monje que se hizo pasar por arcángel. Además y para corroborarlo, hay una historia de la novena jornada en la que una abadesa es sorprendida (sor prendida, je, je) en compañía de un sacerdote y, en su confusión, se pone sus calzones en su cabeza. Al encontrarse con otra monja, ella se defiende con la excusa de que el deseo sexual es ineludible, incluso para los miembros del clero. Con tal de que el asunto se lleve discretamente, el resto de las hermanas es libre juntarse con los hombres que ellos les agraden.

La prostitución en el Decamerón


Hay muy sólo un caso obvio de prostitución en el Decamerón, es el de una mujer siciliana joven que estafa a Andreuccio en la jornada 2. Esta mujer joven se presenta como sumamente diestra y sumamente cruel. También están las cortesanas, mujeres que restringieron su negocio a la nobleza y empezaron a aparecer al final de la Edad Media como resultado de la urbanización. En general, la prostitución parece ser un tema que Boccaccio evita, contrariamente a su tratamiento de ciertas otras conductas sexuales.

jueves, 5 de abril de 2012

EL MOHÁN

ÁREA DE HUMANIDADES I. E. MAYOR DE YUMBO GRADO: 7º. TEMÁTICA: LEYENDA (LEYENDA TOLIMENSE) TÍTULO: EL MOHÁN AUTOR: ANÓNIMO PÁGINAS: 3

ACTIVIDADES PREVIAS
A. Antes de leer la leyenda colombiana, resuelve lo siguiente: 1. ¿Has escuchado sobre leyendas colombianas? ¿Cuáles? 2. Escoge una de las leyendas y nárrala a tus compañeros. 3. Las leyendas hacen parte del género: a. Épico b. Narrativo c. Dramático d. Lírico 4. Luego de leer el título y observar los dibujos ¿Qué crees que sucederá en la historia?

ACTIVIDADES DURANTE LA LECTURA

B. Para que tu lectura sea comprensiva, responde: 1. ¿Qué otro nombre recibe el Mohán? 2. ¿Qué se quiere decir en el texto cuando se tilda la mohán como el más legendario? 3. ¿Cuántos años tienen las muchachas que él persigue? 4. ¿Cuáles son los adjetivos que lo caracterizan? 5. Los lugares que se mencionan en la leyenda corresponde al departamento de _____________________ 6. ¿Qué les ocurre a las muchachas que enamora este personaje? 7. ¿Quiénes son los que más dan testimonio de la existencia del Mohán? 8. Según el texto este personaje cambiaba su figura dependiendo de _____________________________________ 9. Qué significan las expresiones “larga pelambrera” y “persecuciones funestas”. 10. Según la leyenda, ¿el Mohán sigue apareciéndose en diversos lugares del departamento en mención?

EL MOHÁN

Es el más legendario, conocido y respetado en el Tolima. Se puede decir que es el personaje más importante en la mitología tolimense. Se le llama, también, el Poira, pero en aquella su especial caracterización de gran perseguidor de muchachas casaderas que apenas han traspasado los umbrales de la pubertad. El Poira es el Mohán travieso, enamorado, libertino y raptor. Les roba la tranquilidad a las jóvenes, las idiotiza, las emboba y las atrae hacia él con artificios. Sus hazañas son muy conocidas, tanto en su caracterización del Poira, como en su auténtica personalidad del Mohán, y, hasta hace poco tiempo, no se podía poner en duda su existencia ante las verídicas de los campesinos. Son muchas las leyendas y versiones que existen sobre el personaje mítico, oriundo del Tolima, riqueza de nuestro folclor y figura simbólica de un pasado maravilloso y fantástico. Son muchas las muchachas que ha raptado, formando así un sin fin de leyendas a cual más fabulosas, irreales y novelescas; muchos hombres ha perseguido, incesantemente, hasta sepultarlos en las negras aguas de sus insondables dominios; muchas embarcaciones ha hecho zozobrar y muchos los parajes que ha desolado, embrujado de superstición y misterio entre sus humildes moradores. Respecto de su figura, varía con frecuencia de un lugar a otro: en Ambalema, por ejemplo, es un hombre pequeño, musculoso, de pelo «candelo», barba hirsuta, también roja, ágil vivaracho, y tan sociable que muchas veces salía a mercar en compañía de los demás, dizque porque en esa forma se daba cuenta de todo y podía actuar con más efectividad. Se le conocía porque en sus compras nunca incluía la sal, artículo éste tan indispensable para el sostenimiento diario Decían que habitaba en la profunda y peligrosa moya de «Boluga», en el embarcadero y en la conocida moya de «El triste», lugares éstos en donde se han perdido muchos bogas, pescadores y champaneros. en la «Vega de los Padres», Piedras, y «Cortaderos», que es un espíritu invisible, que no toma ninguna forma, que se escuchan sus risas, cantos y «pesquerías» y se conocen sus ataques pero nunca se le ve; otros afirman que puede transformarse a su antojo, y así toma la forma de cualquier conocido pescador de la región y se mezcla en las faenas y veladas pesqueras sin ser reconocido. Esto daba origen a muchas confusiones, en las que a una persona resultaba estar en dos partes o no estar en donde se aseguraba lo contrario; con esto los campesinos caen en la cuenta de que, «el mechudo estaba con nosotros anoche, compadre». En Coyaima, en las moyas de Colache, en el Saldaña, en las profundidades de las lagunas de Yaberco, Totarco y en los moyones de las «Animas» y Golondrinas, el Mohán era negro, tanto su piel como su espesa y larga pelambrera; era un oso negro como un tizón; de temperamento huraño, huidizo y desconfiado; poco mujeriego, pero más feroz. Tenía muchos encantamientos y guacas alrededor de los charcos que habitaba, tesoros que él en persona custodiaba, haciéndolos inconquistables. Su mirada era maléfica y sus persecuciones muy funestas. Había la creencia de que en los acuáticos lugares en donde el Mohán tenía su morada no se encontraba asiento; las profundidades del Mohán no tenían fin. Este palacio dorado tenía grandes salones iluminados con hachones en los que se oía un continuo murmullo, una monótona música hipnótica. En el norte del Tolima también fue muy conocido el Mohán, así como sus leyendas y guaridas. En Honda decían que vivía en las moyas de Caracolí y en las profundas cavernas de los peñorales del Salto; en Méndez, en Conchal, en Paquiló; en las moyas del Bledo y el río Guamo; en los charcos del «Tambor», «Aguas Claras», «Charco Azul» y «Charco Hondo», en Lérida, en las angosturas del río Recio, en las charcas de Guarinó y en muchas otras.

ACTIVIDADES DESPUÉS DE LA LECTURA

C. Después de haber leído sobre el Mohán, es importante que profundices sobre los aportes que te hace esta narración: 1. Descubre cuántas formas diferentes tiene el Mohán de acuerdo con las descripciones y los lugares que habita. 2. Realiza los diversos dibujos de acuerdo con las diferentes descripciones que dan del personaje. 3. Ubica en el mapa del departamento del Tolima, algunos de los sitios mencionados. 4. Consulta en libros o en Internet otras leyendas e indica el lugar al que pertenecen. 5. Trae a clase una leyenda que te haya llamado la atención, nárrala a tus compañeros y profesor (a). 6. Finalmente, atrévete a establecer diferencias entre mito y leyenda.

PORNOGRAFÍA DE SENTIMIENTOS

ÁREA DE HUMANIDADES

I. E. MAYOR DE YUMBO
GRADO: 11º:
TEMÁTICA: TEXTO ARGUMENTATIVO
TÍTULO: LA PORNOGRAFÍA DE LOS SENTIMIENTOS
AUTOR: JOAN FERRÉS
PÁGINAS: 3


ACTIVIDADES PREVIAS

A. Antes de leer el texto argumentativo “La pornografía de los sentimientos” resuelve lo siguiente:
1. ¿Has visto en los canales de televisión Reality Shows? ¿Cuáles?
2. ¿Qué opinas de ellos?
3. ¿Cuál es tu análisis con respecto a la programación que presentan canales como RCN y Caracol? ¿Caracterízala?

4. Relaciona las dos columnas, primero inténtalo sin usar el diccionario; luego cerciórate de que te haya quedado bien con ayuda de él. Interioriza este vocabulario para una mejor comprensión del texto que leerás a continuación:

Columna A Columna B
1. VOYEURISMO             ____ Vanidoso, amor asimismo
2. BENEPLÁCITO             ____ Desarrollo excesivo
3. HIPERTROFIA              ____ Buscar excitación sexual,
observando a otros en situaciones eróticas.
4. DEMAGÓGICO             ____ Hacer menos agudos la voluntad, la inteligencia y la sensibilidad.
5. IMPÚDICO                    ____ Práctica política que tiene como fin agradar o exaltar sin motivos reales.
6. NARCISISMO               ____ Sin falla ni equivocación
7. EMBOTAR                    ____ Aprobación para hacer algo.
8. INFALIBLE                   ____ que no tiene vergüenza.
9. ELOCUENTE                ____ Que habla bien y convence?

ACTIVIDADES DURANTE LA LECTURA

B. Para una lectura más comprensiva responde:
1. ¿Qué entiendes por pornografía de los sentimientos?
2. A partir del título “Pornografía de los sentimientos” ¿Qué crees que encontrarás en el texto?
3. Explica a que se refiere el autor con la expresión “exhibición impúdica”.
4. ¿De acuerdo con el texto por qué el autor califica de voyeuristas a los televidentes?
5. Haz una lista de los ejemplos curiosos o extravagantes, pero muy frecuentes en la vida cotidiana, citados por el autor.
6. ¿Qué explicación da el autor al hecho de que la televisión cautiva tanto a sus espectadores? ¿En cuál párrafo del texto plantea su hipótesis?
7. ¿Cuál es la posición del autor frente a la televisión? ¿Compartes esta posición? ¿Por qué?
8. ¿Qué piensas de la afirmación de Gabe Pressman? ¿Te parece exagerada? ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué?

LA PORNOGRAFÍA DE LOS SENTIMIENTOS

Uno de los rasgos más sobresalientes en la televisión durante los últimos años es la exhibición impúdica de los sentimientos como recurso infalible para el incremento de las audiencias. Se ha comprobado que la utilización demagógica del dolor ajeno vende y se ha explotado tanto en los informativos como en los reality shows. En la mayor parte de los casos no se pretende analizar las situaciones de dolor, añadiendo racionalidad a la emotividad, sino embotar las sensibilidades y las conciencias, anulando toda lógica y convirtiendo la lágrima en espectáculo. La hipertrofia del sentimiento se corresponde con la represión de la racionalidad. Los problemas se banalizan, se trivializan. No se pretende proyectar algo de luz sobre las situaciones dolorosas, sino aprovecharse comercialmente de ellas.
Y no sólo se exhiben impúdicamente las emociones, sino que se recurre a la humillación pública, sometiendo a concursantes y participantes de reality shows a pruebas denigrantes.
En Estados Unidos esta tendencia alcanza límites delirantes; por ejemplo, al transmitir en vivo juicios reales sobre los casos más morbosos, o al transmitir en directo una ejecución, conseguido el beneplácito del juez federal. La cadena estadounidense Court TV, se dedicaba a retransmitir juicios reales las 24 horas del día. El récord de audiencia de la cadena lo tiene la retransmisión del juicio de Lyle y Erik Menéndez, dos hermanos de Beverly Hills que asesinaron a sus padres en el verano del 89. La prensa aireó el caso de un ex policía de Nueva York, Stanley Orlen, que atrasó su paso por el quirófano porque no quería perderse ni un solo día el juicio de los hermanos Menéndez. El lema de la emisora es elocuente: “Si Court TV creara un poco más de adicción, sería ilegal”.
En Estados Unidos unos 45 millones de personas siguen cada día talk shows que emiten las cadenas más populares del país. Seguramente estos espectadores esperan encontrar más confortables sus vidas al compararlas con las miserias ajenas. En marzo de 1995 un hombre mataba a otro en su casa porque lo había humillado al declararle su amor ante las cámaras en uno de estos talk shows matutinos.
En Italia en 1994, la RAI-3 ideó y comenzó a emitir con éxito el programa El, ella y el otro, emisión dedicada a parejas rotas por la aparición de un tercero, amante heterosexual u homosexual de uno de ellos. Se realizaba con la presencia en el estudio de los tres interesados, que exhibían, a veces a voz en grito, sus problemas, formulaban públicamente sus acusaciones, confesaban sus traumas… También las telenovelas formarían parte de este resurgir de la pornografía de los sentimientos en una sociedad que, curiosamente, reprime sus sentimientos en la mayor parte de los ámbitos de la vida cotidiana. La Asociación de Teleespectadores y Radioyentes hablaba de que la vida se ha desdramatizado “y ya sólo se llora ante al aparato de televisión”.

La pornografía de los sentimientos pone de manifiesto un extraordinario sentido de exhibicionismo por parte de algunos ciudadanos y, además, una curiosidad morbosa, cercana al voyeurismo enfermizo, por parte de los espectadores.
Violencia, sexo, mal gusto, copan a menudo las pantallas. No es de extrañar que en 1992 Gabe Pressman, reportero de la NBC, exclamara: “Emitimos una tonelada de basura al día”. Seguramente si la basura seduce es porque remite inconscientemente al espectadora las dimensiones más oscuras de sí mismo, porque da cuerpo narcisísticamente a su fascinación por el mal, por el dolor, por la destrucción y la muerte, porque actúa como espejo inconsciente de las zonas más turbias del propio psiquismo.
Joan Ferrés, televisión subliminal, Barcelona Paidós, 1996.

ACTIVIDADES DESPUÉS DE LA LECTURA

Después de haber leído el texto completo y resulto las actividades antes y durante la lectura, arriésgate a argumentar y proponer lo siguiente:
1. Analiza algunos de los programas de televisión que ves con más frecuencia o aquellos que al parecer tienen mayor acogida en el gran público. ¿Por qué atraen tanto al público? ¿Qué clase de información presentan?
2. ¿Qué opinas de la sección de farándula incluida en los noticieros?
3. Elabora un manual de diez puntos para ver televisión. Incluye en él: Recomendaciones para que el televidente no se embote (como dice el autor), la manera positiva de aprovechar la televisión y recomendaciones para no caer en la pornografía de los sentimientos.

LA JIJAD CRISTIANA

ÁREA DE HUMANIDADES

I.E. MAYOR DE YUMBO
GRADO: 10º.
TEMÁTICA: TEXTO ARGUMENTATIVO
TÍTULO: LA JIJAD CRISTIANA
AUTOR: HÉCTOR ABAD FACIOLINCE
PÁGINAS: 2

ACTIVIDADES PREVIAS

A. Antes de abordar el texto es importante que te cuestiones sobre lo siguiente:
1. ¿Qué crees que significa Jijad? ¿Has oído este término en alguna ocasión?
2. ¿Qué piensas de la teocracia de los talibanes?
3. En nuestro país encontramos partidos políticos de derecha y partidos políticos de izquierda, ¿crees que es importante? ¿Por qué?
4. ¿Qué opinas del terrorismo en nuestro país?
5. Relaciona las dos columnas:
a. Cruzada ___ Posición ideológica basada en principios de autoridad, orden e imposición de medidas.
b. Izquierda ___ Gobierno cuya autoridad se fundamenta en un mandato divino.
c. Derecha ___ Expedición contra infieles, campaña en pro de una reforma.
d. Bélica Posición ideológica basada en principios de libertad, diálogo, igualdad social y fraternidad.
e. Teocracia ___ con tendencia a la guerra.
f. Jijad ___ Guerra santa.
6. Si el texto que vas a leer se escribió en el 2001, cuál crees que fue el acontecimiento histórico en el que se creó teniendo en cuenta los temas tratados en las preguntas anteriores?

ACTIVIDADES DURANTE LA LECTURA

B. Es importante que mientras lees pienses en lo siguiente y resuelvas las preguntas con base en lo que afirma Héctor Abad Faciolince:
1. ¿Por qué la expresión Cruzada utilizada por Bush fue una torpeza?
2. ¿Por qué se afirma que la derecha norteamericana ha alcanzado niveles de demencia?
3. ¿Qué se plantea frente a los talibanes de izquierda?
4. ¿Cuál es la salida al dilema planteado?
5. ¿Qué conclusión plantea el autor en cuanto a las teocracias?
6. Ahora, infiere como lector algunas conclusiones acerca de estos aspectos:
a. El bien, el mal y las guerras.
b. Dios y sus predicadores.


LA JIJAD CRISTIANA

Lo peor que podría pasar es que todo se nos convierta en una Ji¬jad, en una guerra santa. O, lo que es lo mismo, en una Cruzada, como al¬canzó a decir Bush en una expresión bastante torpe para el presidente de un país que hunde sus raíces cultura¬les en el concepto ilustrado de la to¬lerancia religiosa. Ojalá el conflicto que seguirá al terrorismo demencial no nos sea presentado como una lu¬cha entre el bien y el mal, o como la guerra entre la luz y las tinieblas. No cabe duda de que el terrorismo es un mal, de que el millonario Bin Laden es un personaje siniestro, o de que el régimen Talibán (cuya primera víc¬tima es el pueblo afgano) es una te-nebrosa teocracia. Pero también hay talibanes cristianos dentro de Esta¬dos Unidos y sería gravísimo que en estos momentos de rabia y dolor fue¬ran ellos los que orientaran la políti¬ca de la gran potencia.

Entre quienes apoyaron a Bush para ganar la presidencia hay, por ejem¬plo, un par de famosos telepredica¬dores de la derecha cristiana: Pat Robertson y Jerry Falwell. Dijo Ro-bertson en el Canal Cristiano: "Los abortistas tienen que cargar con par¬te de la culpa en esto, porque nadie puede burlarse de Dios". Y Falwell, el líder de la Mayoría Moral, aumen¬tó la dosis: "Yo culpo a los paganos, a los abortistas, a las feministas, a los gays y a las lesbianas... los señalo en la cara y les digo: ustedes ayudaron a que esto pasara". Los niveles de de¬mencia de la derecha norteamerica¬na van más allá de los delirios de es¬tos personajes. Al día siguiente de la tragedia, un periódico de Carolina del Sur publicó la siguiente propues¬ta bélica en un editorial: "Cuando ellos nos golpearon con Pearl Har-bor, nosotros respondimos con Hi¬roshima".

Hay cavernas tenebrosas, como se puede ver, también en el bando de los "buenos". Lo cual no nos lleva a pensar como los talibanes de izquier¬da (que abundan en todo el mundo), quienes en estos días han celebrado
La barbarie de las torres gemelas como si calcinar a seis mil personas de todo el planeta fuera algo que Estados Unidos se merecía. Los talibanes de izquierda también han emprendido una guerra santa en la que los infieles a combatir se llaman americanos. Es necesario encontrar por fuera del coro extremista de los fanáticos de todos los cuños, un camino moderado que permita perseguir y castigar a los terroristas, sin caer en masacres vengativas que solamente alimentarían un sentimiento antioccidental, el cual a su vez sería como gasolina sobre las llamas del terrorismo.

Donde gobiernan los clérigos, reina el fanatismo y se incuba el terrorismo. En un país intolerante, los telepredicadores gringos serían hoy terroristas capaces de emprender una Jijad cristiana. En un país abierto y tolerante (como lo ha sido hasta ahora Estados Unidos, al menos por dentro), estos telepredicadores no son otra cosa que figuras insoportables que hay que soportar.
Héctor Abad Faciolince en revista Cambio, No. 431 2001

7. Identifica la estructura argumentativa del artículo de Abad
Faciolince; para ello, completa el siguiente cuadro:


Tema o asunto que trata


Tesis o idea principal


Argumento 1 (idea que sustenta la tesis)

Argumento 2


Argumento 3


Argumento 4


ACTIVIDADES DESPUÉS DE LA LECTURA

C. Después de haber leído el texto “La Jijad Cristiana?, responde:
1. ¿Cómo crees que debe asumir una potencia mundial, como Estados Unidos, una agresión de las dimensiones del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001? Sustenta tu respuesta con dos razones.
2. ¿Cómo crees que pueden superarse los odios que generan los ataques terroristas entre los ciudadanos afectados? Explica tu respuesta.